Iluminación Inteligente

por el 9 de junio del 2016 en Blog Iluminación

En las últimas entradas sobre iluminación hemos introducido los beneficios (en prestaciones y reducción de consumo) que genera el alumbrado LED con respecto a otras tecnologías como la halógena o la fluorescente. Sin embargo, la utilización de este tipo de productos dispare de una característica adicional muy importante, un amplio control de los dispositivos lumínicos. Esta particularidad nos permite, de una parte, reducir el consumo en lugares donde no es siempre necesario el empleo de la potencia lumínica en su totalidad (100%); y de otra el apagado en las zonas con intermitencia de uso.

El artículo actual se centra, por tanto,  en el funcionamiento de dos protocolos de control y sus características técnicas: El protocolo 1-10V y el estándar DALI.

El denominado protocolo 1-10V permite la regulación del flujo luminoso entre el 1 y el 100% mediante la variación de una señal continua entre valores de 1 a 10 V. Su mínimo valor se obtiene, bien cuando la diferencia de potencial entre bornes es de 1V, bien cuando éstos se encuentran en cortocircuito. En cambio, su máximo se consigue cuando la señal recibida es igual a 10V, o cuando los bornes se dejan en circuito abierto.

Por otra parte, en este protocolo es importante tener en cuenta dos aspectos esenciales. Primeramente, que la señal de regulación necesita instalar una línea adicional de control (2 hilos). En segundo lugar, que la citada señal  se ocupa de la regulación (en ningún caso para apagar la luminaria); razón por la cual nunca se conseguiría reducir el consumo a cero cuando no existan personas en la zona de trabajo.

En el ya mencionado sistema de regulación, el sensor provoca una mayor o menor caída de tensión en bornes de la línea de control de la fuente; tal y como funcionaría un potenciómetro. La fuente analiza la caída de tensión y regula la corriente suministrada a la luminaria para disminuir o aumentar el flujo lumínico.

Esquema de conexionado red control 1-10V

Ilustración 1: Esquema de conexionado red control 1-10V

 

El conexionado relativo a la red de control 1-10V se puede observar en el esquema superior, donde la unión sensor-actuador sobre las fuentes dimmables se realiza en serie (siendo imprescindible la instalación de un sensor por cada una de las zonas independientes deseadas), y siempre teniendo en cuenta la existencia de una longitud máxima del cableado de control debida a la caída de tensión.

En segundo lugar, se encuentra el protocolo de regulación DALI (Digital Addresable Lighting Interface); interfaz de comunicación direccionable y digital, muy extendido en iluminación, y que nació para ser el sucesor del 1-10V. Esta norma se ha convertido en una alternativa de código abierto al Interfaz de Señales Digitales (DSI) y se encuentra reconocida por la norma IEC 60929.

La red DALI está formada por un sensor, un controlador y una o más luminarias que deben disponer de una fuente compatible, en la cual cada una de ellas recibe una dirección estática, hasta un máximo de 64.

Imagen 2: Estándard DALI

Ilustración 2: Estándard DALI

En este protocolo la topología de conexionado es mucho más sencilla que en el primer caso, pues tolera la conexión en paralelo de cada una de las luminarias al bus, evitando una topología en bucle o anillo.

Ilustración 3: Ejemplo de tipologia DALI

Ilustración 3: Ejemplo de tipologia DALI

Como medio de transmisión de información se usan exclusivamente dos hilos, y puesto que su apantallamiento no es imprescindible, se puede utilizar una manguera de 5 hilos. De esta manera es posible llevar la alimentación, la tierra y el control DALI a todas las luminarias.

A diferencia de su antecesor, este protocolo de control de iluminación es bidireccional, es decir, la información fluye desde el controlador hasta la luminaria y al revés. Gracias a esta bidireccionalidad es posible conocer diversos datos como el nivel actual de iluminación o funcionamientos de dispositivo incorrectos.

Aparte, también se debe tener en cuenta que la longitud máxima de cableado depende de la sección, y que ésta, bajo ningún concepto debe de superar los 300m. Una vez que se ha cableado la instalación, se realiza la programación de cada una de las zonas de control (de 1 o más dispositivos) hasta un máximo de 16 zonas independientes vía software.

 

Si estamos frente a un diseño de un proyecto de alumbrado, ya sea de interior o exterior, la correcta elección de un protocolo de control es vital, ya que mediante su uso se consigue ahorrar en gastos energéticos. Para ello hace falta analizar cada caso particularmente.

Dependiendo de las necesidades de cada cliente, puede ser interesante la instalación de un control 1-10V, puesto que se trata de un sistema con menores opciones de control pero tiene asociado un coste de inversión más reducido. Un ejemplo claro de este modelo es la no obligatoriedad de una gestión integral de alumbrado. Por otro lado, el protocolo DALI está más orientado a aplicaciones que sí requieran de esta gestión integral, pues permiten un control mucho más amplio sobre el funcionamiento de los dispositivos y reduce los costes de mantenimiento derivados de un mal funcionamiento.

 

Esperamos que nuestro blog haya sido de ayuda; si tenéis cualquier duda o necesitáis información adicional no dudéis en pedírnosla ¡Os esperamos en la siguiente entrada del Blog!

 

 

 

 

 

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